Si no somos libres es porque estamos atados a lo que creemos ser, a lo que quisiéramos ser, a lo que tenemos que llegar a ser; atados a lo que esperamos o tememos que nos suceda. Estamos aferrados al devenir, confina« dos a la temporalidad. Con la carga de las experiencias del pasado y las espuelas de los proyectos del futuro no podemos vivir el presente creativo. Pasado y futuro son las dos vertientes de irrealidad que impiden la creación de la realidad aquí y ahora.
Lo nuevo que aparece en la creatividad es atemporal y ocasiona una explosión en el tiempo que deshace el proceso irreal del devenir, para dejar paso a la creación instantánea de lo real. ¿Cómo se produce todo esto? Empieza con un relámpago de lucidez y cambia desde ahí el punto de gravedad que sostiene la vida. La identidad, irá pasando del intelecto hacia aquel lugar más allá de los pensamientos, donde surge la inspiración, Allí donde la visión es directa y la mente se hace transparente a la creación de lo nuevo.
En esta colocación consiste la vida creativa.
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