GRUPO BAMBU

27/9/14

J.krishnamurti.

Aparentemente, la mayoría de las personas pierde muchísimo tiempo en discutir la mera claridad verbal y no parece captar la profundidad y el contenido que está más allá de las palabras. En el intento de buscar claridad verbal, vuelven mecánicas sus mentes, y la vida se convierte en algo superficial y muy a menudo contradictorio. En estas cartas no estamos interesados en la comprensión verbal, sino en los hechos cotidianos de nuestra vida. Ese es el punto fundamental de todas estas cartas: no la explicación verbal del hecho sino el hecho mismo. Cuando lo que nos interesa es la claridad verbal y, por ende, una claridad de ideas, nuestra vida es conceptual y no factual. Todos los ideales, las teorías, los principios, son conceptuales. Los conceptos pueden ser deshonestos, hipócritas e ilusorios. Uno puede tener cualquier cantidad de conceptos e ideales, pero estos nada tienen que ver con los cotidianos acontecimientos de nuestra vida. La gente se nutre de ideales; cuanto más fantásticos son, más nobles se les considera; pero la comprensión de los eventos cotidianos es mucho más importante que los ideales. Si nuestra mente está atiborrada de conceptos, ideales, etcétera, el hecho, el acontecimiento real nunca puede ser encarado. El concepto se convierte en un bloqueo. Cuando todo esto se comprende muy claramente - no con una comprensión intelectual o verbal - la importancia inmensa de enfrentarse a un hecho, a lo real, al ahora, se vuelve el factor fundamental en nuestra educación. La política es alguna clase de enfermedad universal basada en conceptos, y la religión es emocionalismo romántico e imaginario. Cuando usted observa lo que ocurre realmente, ve que todo aquello es una indicación del pensar conceptual y un modo de evitar la desdicha cotidiana, la confusión y el dolor de nuestras vidas. La bondad no puede florecer en el terreno del temor. En este terreno hay una gran variedad de temores, el temor de lo inmediato y los temores de muchos mañanas. El temor no es un concepto, pero la explicación del temor es conceptual, y estas explicaciones varían de un experto a otro, de uno a otro intelectual. La explicación no es importante; lo que sí tiene importancia es enfrentarse al hecho del temor. Carta a las Escuelas J.krishnamurti.

24/9/14

Cuando un hombre empieza a aprender,

Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender…” “Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada, lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla…” “Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡El miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda…” “No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de sí. Su propósito se fortalece. Aprender no es ya una tarea aterradora. Cuando llega ese momento gozoso, el hombre puede decir sin duda que ha vencido a su primer enemigo natural…” “Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces, un hombre conoce sus deseos y sabe satisfacerlos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada está oculto…” “Y así ha encontrado a su segundo enemigo: ¡La claridad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo pero también ciega. Fuerza al hombre a no dudar nuca de sí. Le da la seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que ve lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad y no se detiene ante nada porque tiene claridad. Pero todo eso es un error; es como si viera algo claro pero incompleto. Si el hombre se rinde a esa ilusión de poder, ha sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender. Se apurará cuando debía ser paciente, o será paciente cuando debería apurarse. Y tonteará con el aprendizaje, hasta que termine incapaz de aprender nada más…” “Debe hacer lo que hizo con el miedo: debe desafiar su claridad y usarla solo para ver, y esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar, sobre todo, que su claridad es casi un error. Y vendrá un momento en que comprenda que su claridad era sólo un punto delante de sus ojos. Y así habrá vencido a su segundo enemigo, y llegará a una posición donde nada puede ya dañarlo. Esto no será un error ni tampoco una ilusión, no será solamente un punto delante de sus ojos. Ese será el verdadero poder…” “Sabrá entonces que el poder tanto tiempo perseguido es suyo por fin. Puede hacer con él lo que se le antoje. Su aliado está a sus órdenes. Su deseo es la regla. Ve claro y parejo todo cuanto hay alrededor. Pero también ha tropezado con su tercer enemigo: ¡El poder mismo!…” “El poder es el más fuerte de todos los enemigos. Y naturalmente, lo más fácil es rendirse; después de todo, el hombre es de veras invencible. El manda; empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo del poder…” “Un hombre vencido por el poder muere sin saber realmente cómo manejarlo. El poder es sólo una carga sobre su destino. Un hombre así no tiene dominio de sí mismo, ni puede decir cómo ni cuándo usar su poder…” “Tiene que desafiarlo [al Poder], con toda intención. Tiene que llegar a darse cuenta de que el poder que aparentemente ha conquistado no es suyo de verdad. Debe tenerse a raya a todas horas, manejando con tiento y con fe todo lo que ha aprendido. Si puede ver que, sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegará a un punto en el que todo se domina. Entonces sabrá cómo y cuándo usar su poder. Y así habrá vencido a su tercer enemigo…” “El hombre estará, para entonces, al fin de su travesía por el camino del conocimiento, y casi sin advertencia tropezará con su último enemigo: ¡La vejez! Este enemigo es el más cruel de todos, el único al que no se puede vencer por completo; el enemigo al que solamente podrá ahuyentar por un instante…” “Este es el tiempo -la vejez- en que un hombre ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente; un tiempo en que todo su poder está bajo control, pero también el tiempo en que él siente un deseo constante de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de acostarse y olvidar, si se arrulla en la fatiga, habrá perdido el último asalto, y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento…” “Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el final, puede entonces ser llamado un hombre de conocimiento, aunque sea tan solo por esos momentitos en que logra ahuyentar al último enemigo, el enemigo invencible. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes…” “Siempre debes tener presente que un camino es sólo un camino; si sientes que no debes seguirlo, no debes permanecer en él bajo ninguna circunstancia. Para tener tal claridad debes llevar una vida disciplinada. Sólo entonces sabrás que un camino es sólo un camino, y no hay ninguna afrenta alguna, a uno mismo o a otros, si te apartas de él, si eso es lo que tu corazón te dice que hagas.” “Pero tu decisión de quedarte o dejar algún camino debe estar libre del miedo o de la ambición. Mira cada camino estrechamente y deliberadamente. Pruébelo tantas veces como creas que sea necesario. Entonces hazte a ti mismo, y tu solo, una pregunta: ¿Tiene este camino corazón? Si lo tiene, el camino es bueno; si no, no es para recorrerlo…” “De todos modos, ambos caminos -El bueno y el malo- no llevan a ninguna parte; pero uno tiene corazón y el otro no. Uno constituye una jornada jubilosa; mientras más lo sigas, más eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte; el otro te debilita…” “Yo digo que es inútil gastar tu vida en un camino, sobre todo si ese camino no tiene ningún corazón…” “Para escoger un camino, debes estar libre del miedo y la ambición…” “Para mí hay sólo hay el viajar en caminos que tienen corazón, en cualquier camino que pueda tener un corazón, y el único desafío que vale la pena para mí es cruzarlo en toda su longitud. Y allí yo viajar, viendo, viendo, jadeante…” Carlos Castaneda —

21/9/14

Sentir la felicidad depende de nosotros mismos

Sentir la felicidad depende de nosotros mismos

Puertas fáciles hacia la Unidad por Fidel Delgado

Aquí te mostramos 20 señales de que estás teniendo éxito en tu vida:

De vez en cuando todos sentimos que fallamos. Si bien este es un sentimiento normal, es necesario que encuentres una manera de verte a ti mismo y a tu vida desde una perspectiva diferente. Muchas veces, ignoramos las “pequeñas cosas.” Que no seas millonario, o no vivas en una mansión o no manejes un auto costoso, no significa que en realidad que hayas fallado. Si no, todo lo contrario. Aquí te mostramos 20 señales de que estás teniendo éxito en tu vida: 1- Tus relaciones son menos dramáticas de lo que solían ser. 1 El drama no es signo de madurez. A medida que crecemos, deberíamos madurar. Por lo tanto, si tus relaciones del pasado estaban teñidas de drama y has logrado superar eso, entonces has tenido éxito. 2- Has perdido el miedo a pedir ayuda y respaldo. Pedir ayuda no significa ser débil. En realidad, es una fortaleza. Ninguna persona, ha tenido éxito estando totalmente aislada. Se necesita un equipo para lograr los propósitos. Pedir ayuda es un signo que muestra que has crecido como persona. 3- Has elevado tus estándares. 3 Ya no toleras el mal comportamiento –ni de otros, ni de ti mismo. Te mantienes cerca de las personas que se hacen responsable de sus acciones y has alejado de tu vida a las personas que “vampirizan tu energía”. 4- Dejas ir a las cosas que no te hacen sentir bien. Esto no es narcisismo a pesar de que pueda parecerse. Amarse a sí mismo es en realidad sinónimo de éxito. Ámate lo suficiente como para decir no a las cosas que no te hagan feliz, que no sirvan a tus propósitos o te hundan. 5- Hay momentos en los que aprecias lo que ves en el espejo. 5 Idealmente siempre deberíamos apreciar a quien vemos en el espejo. Pero eso no siempre pasa, si esos momentos se han incrementado, entonces es una señal de éxito. Ámate a ti mismo. Eres fantástico. 6- Has aprendido que los contratiempos y las fallas son parte del crecimiento. 6 Nadie puede tener éxito todo el tiempo. Eso no es posible. La vida se trata siempre de tener victorias y pérdidas. Por lo tanto, mira tus contratiempos como piedras en las que puedas apoyar tus pasos en el camino que te guíe a algo mejor. En realidad, no hay contratiempos. Todo es parte del maravilloso viaje. 7- Tienes un sistema de respaldo que incluye gente que haría cualquier cosa por ti. Si te has dado cuenta de cuáles son realmente las personas que te respaldan y has podido reconocer a aquellas personas que pretenden hacerlo, entonces has tenido éxito. Estos hallazgos son en general dolorosos, pero una vez que aprendes a ver las señales, es posible mantenerte lejos de esa gente. 8- No te quejas mucho. 8 Te has dado cuenta de que no hay nada de qué quejarse. A menos que hayas pasado por alguna experiencia terrible o pérdidas inimaginables, la mayoría de las experiencias que tenemos a diario son solamente cosas mundanas. Una persona exitosa sabe esto y viven en un espacio de gratitud. 9- Te es posible celebrar el éxito de otros. Que otra gente tenga éxito, no te convierte en un perdedor. Aplaude a la gente que llega a la cumbre. Cuanto más positiva sea la energía que le dediques a las victorias de otra gente, más positiva será la energía que crees para ti. 10- Tienes pasiones que perseguir. No estás estancado. Sabes que tienes algo maravilloso para contribuir con el mundo. Tienes talentos únicos. No solamente lo sabes, sino que además los persigues. 11- Tienes cosas que esperar 10 Si no tienes cosas excitantes en tu vida y no participas de ellas con avidez, entonces estás muriendo de a poco por dentro. La gente exitosa crea objetivos y buscan la manera de lograrlos. Dejan que ese estímulo guíe sus vidas. 12- Tenías objetivos que se hicieron realidad. A pesar de que las “fallas” son parte de la vida, te has aferrado a tus sueños y a tus objetivos por tiempo suficiente como para hacerlos realidad. Has saboreado varias veces la victoria. Eso es un maravilloso combustible. 13- Tienes empatía con las otras personas. 12 Una persona sin empatía, está muerta por dentro. La empatía es sinónimo de diseminar amor y energía positiva en el mundo. La gente exitosa lo sabe. Aman a los otros como si pertenecieran a sus familias. 14- Amas profundamente y dejas que otros te amen. El amor es siempre riesgoso, y muchas veces atemoriza a la gente. Es una de las cosas por las que luchamos, pero también está íntimamente ligado a una de las cosas a las que más tememos, el rechazo. Si abres tu corazón al amor y a ser amado, entonces eres exitoso. 15- Te niegas a ser una víctima. 15 Sabes que la vida no se ha ensañado contigo. La mayoría de las veces eres el co-creador de tus experiencias de vida. La gente exitosa sabe esto y se niega paralizarse ante las experiencias de la vida. Se levantan y salen a la conquista. 16- No te importa lo que otros piensen. Sabes que no puedes satisfacer a todos. Sabes que los estándares con los que la sociedad juzga a la gente es totalmente irreal la mayoría de las veces. Por lo tanto, sigue aferrado a tus principios y ama a la persona que eres. 17- Siempre miras el lado brillante de las cosas. 17 La vida puede estar llena de desencantos, – si eliges verla de ese modo. También puede verse como algo lleno de posibilidades de aprender. Ninguna experiencia negativa se desperdicia si logras aprender de ella. 18- Aceptas aquellas cosas que no puedes cambiar. Acéptalo – hay cosas que no puedes cambiar en tu vida. Lo único que puedes cambiar es tu punto de vista. Si es posible que cambies tu perspectiva negativa de las cosas en perspectivas positivas, entonces has tenido éxito. 19- Cambias lo que puedes. Aceptémoslo también –hay muchas cosas que puedes cambiar en tu vida. La gente exitosa no se sienta a aceptar las cosas negativas que pueden ser modificadas. Salen y hacen algo para producir ese cambio. 20- Eres feliz 20 Para mí, ésta es la máxima definición de éxito. No importa el saldo de tu cuenta bancaria, o cuán grande sea tu casa o cuantas maravillosas vacaciones te hayas tomado. Si eres feliz, entonces has tenido éxito en la vida. Es posible que no te reconozcas en muchas de estas 20 cosas, no te asustes. Está bien. Sé feliz al reconocer que has logrado algunas. El resto ya llegarán. Simplemente debes seguir moviéndote.