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24/11/13

Pensamientos extraordinarios de Bruce Lee

Pensamientos extraordinarios de Bruce Lee

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Ten presente que no busco tu aprobación ni influir sobre ti, me sentiré satisfecho si a partir de ahora comienzas a investigar todo por ti mismo. 
Las circunstancias siempre me han golpeado porque me consideraba un ser humano afectando por el condicionamiento externo. Ahora me doy cuenta de que soy el poder que comanda las sensaciones de mi mente y del que surgen las circunstancias.
Si quieres ver la verdad claramente, nunca te muestres a favor ni en contra. La lucha entre “a favor” y “en contra” es la peor enfermedad de la mente.
Recuerda amigo que la utilidad de la taza reside en su vacío.
La moda no puede durar, porque es externa y pronto cansará tanto a quien la luce como a quien la contempla.
El árbol rígido es el que más fácilmente se quiebra, mientras que el bambú o el sauce sobreviven gracias a su flexibilidad frente a la acción del viento.
La persona semidesarrollada habla para impresionar. Los falsos maestros del Camino de la vida utilizan un lenguaje florido. La cultura a medio camino conduce al ornamento. Un alto nivel de cultura conduce a la simplicidad.
Cuando he escuchado a mis errores, he crecido.
Las personas tiene que crecer a través de una serie de frustraciones oportunas, ya que de lo contrario no contarán con incentivos para desarrollar sus propios medios y formas de afrontar el mundo.
Cuanto más posees mas tienes que perder. Cuanto más valoras las cosas, menos te valoras a ti mismo.
Cuanto más dependes de los otros en lo que a la estima se refiere, menos autosuficiente eres.
Resulta sencillo criticar y acabar con el espíritu ajeno, pero conocerse a uno mismo posiblemente lleva una vida. Asumir la responsabilidad de las propias acciones, buenas y malas, es otra cosa. Después de todo, el conocimiento simplemente significa autoconocimiento.
Poderoso es quien se conquista a sí mismo.
Cada uno debe liberarse a sí mismo, mientras acepta el hecho de que todos somos de este mundo y que en verano sudamos y en invierno tiritamos.
Ser humilde frente a los superiores es un deber; frente a los iguales es cortesía; frente a los inferiores es nobleza, y frente a todos, ¡Seguridad!
Podemos ver a través de los demás cuando vemos a través de nosotros mismos.
Los errores siempre son perdonables si tienes el valor de admitirlos.
Si te ignoras a ti mismo por desempeñar una imagen, te convertirás en el objetivo, te volverás dependiente.
La evaluación que realizan los demás no es una guía para mí. Sólo el autosuficiente es autónomo; la mayoría de la gente sigue la corriente e imita.
Cuando un ser humano en proceso de autoactualización ve pasar a otra persona en su misma circunstancia, no puede evitar decir: “Que bien, alguien real!”
No existe otra ayuda que la que nos ofrecemos nosotros mismos.
Ser uno mismo favorece el surgimiento de relaciones verdaderas, y la aceptación del ser conduce al cambio.
Casi todas las personas viven únicamente para su imagen; por esa razón, a pensar de que algunos individuos disponen de un ser, de un punto de partida, la mayoría de la gente no cuenta con más que un vacío, porque está sumamente ocupada proyectándose a sí misma como tal o cual cosa, dedicando su vida a concretar el concepto de lo que debería ser en lugar de desarrollar su potencial como ser humano, en constante crecimiento.
Quienes son inconscientes caminan en la oscuridad y nunca buscan la luz, pase lo que pase, debes permitir que tu luz interior te guíe y te saque de la oscuridad.
Alcanzar el centro, mantenerse en contacto con la realidad de uno mismo, es el más elevado de los estados que un ser humano puede alcanzar.
Sólo se te pide que cumplas con tu propia misión en la vida sin pensamientos de agresividad ni competición.
Una persona espejo es alguien que siempre desea saber cómo se ve a los ojos de los demás. En lugar de ser crítica, proyecta la crítica y se siente criticado y muy expuesta.
Todos tendemos a tener más fe en lo que imitamos que en los que originamos. En general, sentimos que no podemos crear una sensación de certeza absoluta a partir de algo cuya raíz parte de nosotros mismos.
La libertad radica en comprenderte a ti mismo a cada momento.
Para liberarte, observa atentamente lo que haces normalmente. No condenes ni apruebes; limítate a observar.
No te esfuerces por transformarte, simplemente sé.
Haz un alto en tu interior en este mismo momento: cuando te detienes por dentro, psicológicamente, tu mente se apacigua, se clarifica. Sólo entonces consigues VER realmente.
Imponer a los miembros de un grupo una preformación fija, desprovista de vida, lo único que consigue es bloquear su crecimiento natural.
Recuerda que el hombre creó el método y no al contrario, y no te esfuerces por encajar en el patrón preconcebido de otra persona, que sin duda alguna resultará apropiado para ella pero no necesariamente para ti.
Dado que el hombre no quiere ser perturbado ni mostrarse inseguro, establece un patrón de conducta, de pensamiento, un patrón de relación con otros hombres, etc. Entonces se convierte en un esclavo de dicho patrón y lo considera algo real.
Cuando nos aferramos a la forma, cuando se produce el apego de la mente, no estamos siguiendo el camino verdadero. Si eliminas por completo todos los objetos de tu mente, notarás que la vida se expande de forma considerable.
Los ideales, los principios, “lo que debería ser”, conducen a la hipocresía.
Cuanto más consciente eres, más te despojas, día a día, de lo que has aprendido; sólo así consigues que tu mente se mantenga fresca, no contaminada por el condicionamiento previo.
Un actor, ante todo es un ser humano, “estrella” es el término abstracto que, al fin y al cabo, no es más que un título que te conceden otras personas. Existen más personas interesadas en convertirse en “estrellas de cine” que actores.
La libertad descubre al hombre cuando éste deja de preocuparse por la impresión que está causando o se encuentra a punto de causar.
Cuando un hombre busca tu consejo, generalmente quiere que le alabes.
Es bien sabido que, al final, el individuo llega a creer lo que se repite a sí mismo, independientemente de que la afirmación sea verdadera o falsa. Cada persona es lo que es por el tipo de pensamientos dominantes a los que permite ocupar su mente.
No temas al fracaso, en los grandes intentos, incluso la derrota resulta gloriosa.
No es siempre necesario alcanzar las metas. A veces simplemente actúan como algo a lo que debemos apuntar.
Si crees que algo es imposible, lo harás imposible. El pesimismo desafila las herramientas que necesitas para triunfar. Lo que piensas habitualmente determina en gran medida lo que llegarás a ser.
Nunca derroches tu energía en pensamientos negativos. Ningún hombre es derrotado a menos que se sienta desanimado.
Comencemos por modificar nuestra actitud, no por alterar las condiciones externas.
El problema radica en la anticipación del sufrimiento. El sufrimiento en sí mismo afecta menos los sentidos que la anticipación del sufrimiento.
Lo importante no es lo que sucede en nuestra vida, sino la forma en que reaccionarios ante ello. El fracaso es lo que nuestra mente reconoce.
Mi única recompensa segura radica en mis acciones; no surge de ellas.
La lectura especializada es el alimento de la mente.
Sé como el agua, el agua tiene forma y sin embargo no la tiene. Es el elemento más blando de la tierra, pero penetra en la piedra más dura. No tiene forma propia, pero puede adoptar la del objeto que la contiene.
Puede fluir rápida o lentamente, pero su propósito es inexorable, su destino seguro.
La mayoría de las personas proclives a desafiar se sienten inseguras y quieren utilizar la pelea como medio para alcanzar algún objetivo desconocido.
El gran error consiste en anticipar el resultado final, nunca debería pensar si acabará en victoria o derrota.
No es posible aclarar el agua turbia con las manos, ¿Quien puede aclarar el agua turbia? Sin embargo, si permitimos que no se agite, el agua se aclara por sí sola. ¿Quién puede asegurar un estado de absoluto reposo? Sin embargo, si te mantienes en calma y dejas pasar el tiempo, el reposo llega poco a poco.
No añadas preocupación a tus problemas, acépta los hechos y afróntalos, ¿No resultan ya suficientemente problemáticos como para que les añadas el agravante de preocuparte por ellos?
Soporta los insultos pacientemente, solo ello te permitirá seguir tu camino en paz. La paciencia no es pasiva; por el contrario, se trata de fuerza concentrada.
La soledad es sólo una oportunidad para descubrirte a la deriva y encontrarte a ti mismo. En la soledad te sientes menos solo. Haz buen uso de ella.
Las penas son nuestros educadores, un hombre puede ver más a través de una lágrima que de un telescopio.
Recuerda, amigo mío, que lo que cuenta no es lo que sucede, sino cómo reaccionas ante ello. Tu actitud mental puede convertirse en un escalón para avanzar, o en un escollo en el camino.
La ansiedad carece de utilidad a menos que logres convertirla en una forma de defensa.
La espiritualmente deficiente búsqueda de seguridad externa. Cuanto más pobres somos por dentro, más intentamos enriquecernos exteriormente.
Demuestra tu reconocimiento cuando corresponda. Las felicitaciones, sin duda, incitan a realizar un mayor esfuerzo y a desear mejorar. Sé generoso ofreciendo alabanzas sinceras.
Un maestro es quien indica el camino hacia la verdad, no quien la ofrece.
Las técnicas de aprendizaje desprovistas de experimentación interior sólo conducen a la superficialidad.
Si te pones en ridículo, siempre habrá alguien dispuesto a reirse de ti. La ostentación es la idea de gloria que tienen los tontos.
El amor nunca se pierde. Si no es recíproco, volverá a ti para suavizar y purificar tu corazón.
La felicidad es buena para el cuerpo, pero la desdicha fortalece el espíritu.
Los amigos falsos son como las hojas en otoño, las encuentras en todas partes. Deja que la amistad ascienda lentamente hacia la cima; si se da mucha prisa, pronto se quedará sin aire.
Es la voluntad la que hace a un hombre, el éxito requiere perseverancia.
El ser interior es el verdadero. Para tomar conciencia de nuestro ser verdadero debemos estar dispuestos a vivir sin depender de la opinión de los demás. Cuando somos completamente autosuficientes podemos perder el miedo a no ser estimados por los demás.
Comprender tu miedo marca el comienzo de tu verdadera capacidad de ver.
Creo que cuando una pareja se casa, asciente al paraíso o vive en el infierno. Puede tener una vida de cuento de hadas o sufir muchísimo.
Al tomar conciencia de que mis emociones son tanto positivas como negativas, crearé hábitos diarios que impulsarán el desarrollo de las emociones positivas y me ayudarán a convertir las negativas en alguna forma de acción útil.
Es el ego el que se planta rígidamente frente a las cosas que vienen desde fuera, y es esa rigidez del ego la que nos impide aceptar todo aquello que nos toca enfrentar.
El camino de la verdad no es la convicción, ni el método, sino la percepción. Es un estado de conciencia sin esfuerzo, conciencia flexible, conciencia sin elección.
La conciencia funciona sólo si puede actuar libremente, sin interferencias. No condenes, no justifiques.
Si tu ordenador mental ocupa todo tu timepo, tu energía se centra en el pensamiento, y ya dejas de ver y oír. En lugar de dirigir tu mirada directamente al hecho, te aferras a formas (teorías) y continúas enredándote más y más, cayendo al final en una trampa.
Cuando la mente no está presente, miramos sin ver, oímos sin comprender; comemos y no reconocemos el sabor de lo que estamos degustando.
Manténte en un punto neutral entre lo negativo y lo positivo; no dirijas tu mente hacia nada.
No Lo busques, porque llegará en el momento más inesperado. Déjalo. No busques ni huyas.
Conocer no basta; debemos aplicar. La voluntad no basta; debemos hacer.
Tu eres lo que eres, y la sinceridad contigo mismo ocupa una parte definitiva y esencial en el permanente proceso de convertirte en un ser humano real y no de plástico.
La sucesión del verano y el invierno se convierte en una bendición en el momento en que renunciamos a la fantasía de la primavera eterna.
No descuides la vida preocupándote de la muerte.
El condicionamiento obstruye nuestra visión de la realidad. No la vemos tal como es debido a nuestro adoctrinamiento, torcido y distorsionado.
Lo que ES resulta más importante que lo que DEBERÍA SER. casi todas las personas observan lo que es pensando en cómo debería ser.
La vida fluye y, al igual que el agua, se vuelve rancia cuando se estanca.

LIBRO: BRUCE LEE: Pensamientos extraordinarios.

22/11/13

No serás emprendedor

No serás emprendedor

Todo lo que hay que hacer para fracasar con su nueva startup; hablan los consagrados de la industria.

Todas las ideas son brillantes. Muchas llegan a ponerse en marcha pero no logran el éxito. Porque son bastantes más las que quedan en el camino -un 90%-, en esta nota, veteranos de la industria emprendedora cuentan las razones por las que alguien no será emprendedor. Y tienen una muy mala noticia: esa idea que todos creemos original, la escucharon millones de veces.
Esteban Brenman -Fundador de Decidir (e-commerce), Guía Oleo (gastronomía), Dos Monos (aceleradora de ideas) y Cualquier Verdura(tiendas)

El que se enamora de una idea. Pocas veces un proyecto funciona con la idea original; en general termina siendo muy distinto.

El que escucha a demasiados. Tener un mentor está bien, pero la opinión de muchos nos hará titubear frente a las decisiones.

El que diversifica. Al principio es clave concentrarse en pocas cosas para poner en ellas toda la energía.

El que idealiza al vecino. Hay que concentrarse en uno y mirar menos al otro, pensando que tiene lo que nos falta.

El que se olvida de que todo es pasajero. Detrás del éxito de un emprendedor hay muchos fracasos. Hay que estar preparado psicológicamente para épocas duras. El ambiente cambia, y eso exige modificar las cosas.

La que escuchó mil veces: «Hay que hacer una bobada del tipo Angry Birds o Candy Crush y llenarnos de dinero».
Andy Freire – Cofundador de Officenet (productos de oficina), Restorando (gastronomía) y Quasar Ventures (inversión y recursos para startups)

El que no tiene pasión. Los emprendedores más destacados no fueron exitosos solo porque querían ganar dinero, sino porque amaban lo que hacían. Si no, viene el fracaso. Hay muchos que ganan dinero sin amar su trabajo, pero no disfrutar el proceso te hace infeliz.

Si no soporta la incertidumbre. Hay que poder lidiar con la incertidumbre. Sobre todo en el inicio, cuando la dinámica del proceso hace que los cambios de rumbo sean normales. Se debe ser flexible y aceptar el riesgo.

El que no sabe trabajar en equipo. Si es un «lonely player», si prefiere estar sentado en un escritorio y odia las reuniones, ni sueñe con lanzar una startup. Debe poder coordinar y liderar equipos para sacar lo mejor de cada uno y enfocarlos hacia un objetivo común.

El que no cuenta su idea. No contar la idea es el primer paso para no concretarla. ¿Las ideas son lo más valioso y todos las roban? Mito. Si un proyecto se limita a una sola idea, no hay nada. Importa la capacidad para implementarla.

El que busca excusas. Quienes justifican todo lo que les pasa se paralizan. Debe ser protagonista, focalizarse en lo que puede cambiar y olvidarse de lo que no.

La que escuchó mil veces: «Una red social para… (completar con el rubro que más guste y seguro ya me lo contaron)».
Anne Marie Richard CEO y fundadora de Grupo S&N (Secretarias y Negocios)
El que no se arriesga. Emprender es asumir riesgos. No hay certezas; lo que se aborda es nuevo. Lo único que puede hacerse es medir el riesgo y aceptarlo o no.
El que busca estabilidad. Aquí, por ejemplo, las reglas cambian y las crisis presentan ciclos cortos para plantear un negocio. No piense que el ambiente no le permite emprender, hay que tomar el cambio como parte de la realidad.
El que no tiene capital para invertir. Estamos en un escenario de escasez. El capital fluye hacia los talentosos, más aún en EE.UU. Aquí, solo si se está convencido obtendrá el capital.
El que no se anima a atacar el mercado Internacional. Es cierto que estamos lejos, pero Internet y los nuevos paradigmas laborales abren grandes oportunidades que nos acercan, nos igualan.
El combo letal. El que se queja de lo que pasa en el país: no sirve. Triunfa el que se focaliza en lo que hay que hacer. El que no escucha: fracasa, porque no puede identificar cuándo algo no funcionará. El que minimiza los recursos que precisa: no se puede hacer nada sin evaluar e invertir en crear una estructura.
La que escuchó mil veces: Muchos piensan en hacer apps para smartphones y creen que su idea es única. Cuando mirás, hay 20 iguales.
Tomás Pando – CEO y cofundador de Páez (calzado)
El unipersonal. Tiene una idea y no quiere contarla. Si le sugieren que busque un socio responde que son todos traicioneros.
El mega optimista. Se super enamora de su producto y cree que los demás están equivocados cuando no lo compran.
El planificador del plan. Tiene una buena idea, pero desconoce el concepto de acción y ejecución. Hace plan del plan. Revisa los números todo el tiempo, se hace rico en un Excel y es todo ficción.

El capitalista. Apenas arranca y logra US$ 1 millón en financiamiento. La pasa en conferencias con un cartel que dice «cómo conseguir US$ 1 millón y ser exitoso».

El sucesor de Steve Jobs. Hasta no tener la mega idea no se lanza. Se declara emprendedor nato.

La que escuchó mil veces: «Para mí, el nuevo `parripollo` (las cadenas de venta de pollo exitosas en la década de 1990) son los negocios basados en apps para móviles». Si bien tienen gran potencial, muchos creen que harán millones. Cuanto más original la app, más fracasos.
Adolfo Rouillon CEO y presidente de Congelados del Sur (alimentos)

El que no se responsabiliza. Siempre tiene una excusa. Se victimiza con los problemas y no presenta soluciones. Tiene miedo al fracaso.

El que duda. Si no está convencido de su proyecto, no convencerá a otros.

El que trabaja con horario. Si desea trabajar de 8 a 5 y no se divierte resolviendo problemas, no lo logrará. Esto es una actividad «full life, full time», un impulso casi irracional.

El que quiere ser millonario en un año. No conozco casos en los que el éxito de los millones haya llegado rápido. Lleva mucho sacrificio y paciencia hacer que una empresa crezca y sea rentable.

El que no tiene autodisciplina. Es necesaria para mantener el foco del negocio principal, no desanimarse frente a los «no».

La que escuchó mil veces: «Tengo una idea, pero no puedo hablar». En los proyectos exitosos, la idea es el 10%, la estrategia el 20% y la ejecución el 70%.
Claudio Bedoya – CEO y fundador de Bioscience(equipamiento médico)

El miedoso. No está decidido a dejar su actual actividad para poner la pasión y todo su tiempo en lo que eligió. Tiene que imaginarse en el negocio al menos por diez años.

El que no está dispuesto. Al menos en los comienzos debe saber que puede cobrar cuando la caja se lo permita. Preparado para viajar y presto para participar en una feria con sus últimas monedas.

El que no juega en equipo. No andará si no arma el networking correcto, si no está al lado de los clientes entendiendo qué necesitan. Debe conocer la industria.

El impaciente. Hay que tener paciencia, no se puede esperar que el negocio explote.

El que no está un poco loco. No será emprendedor el que no piense más allá de lo racional, el que no esté en sintonía con sus socios fundadores.

La que escuchó mil veces: «Voy a desembarcar en Brasil y voy a multiplicar mis ventas».

19/11/13

El truco de los diez años

El truco de los diez años

el tiempo en tus manos

¿Quieres saber que será de ti dentro de diez años? Mírate ahora, eres un ejemplo.
La observación del pasado hecho realidad (hoy) te permite reprogramar tu futuro. Muchos y muchas dicen que funciona así la vida. Yo te lo hago llegar. Aquí lo tienes:
¿Quién no se pregunta alguna vez qué será de sí mismo dentro de diez años? ¿O veinte? Sí, todos lo pensamos en algún momento. La novedad es que podemos saberlo sin usar cartas del tarot ni pitonisas telefónicas. Me refiero a saberlo con exactitud
¿Recuerdas qué pensabas hace diez años de tu propia vida en el futuro? ¿Recuerdas también si sentías que lo ibas a conseguir o podían más otros obstáculos en tu cabeza? Si indagas un poco en tu memoria te darás cuenta de que eres capaz de recordar esos pensamientos. Si fuiste capaz de creer que eras capaz de conseguir tu objetivo diez años después (ahora) seguramente lo estás viendo realizado. Si por el contrario dudaste y esa incertidumbre pudo contigo, ahora eres también esta segunda versión de ti mismo. Un mito de la industria del siglo XX y también en el XXI, Henry Ford, avalaba esta idea con una imperecedera reflexión para la historia: “tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto”. Esa frase dejó entrever la clave de su propia vida y que mencionó para consejo de las personas venideras.
henry ford ROTULO
Ford falleció en 1947 (a los 83 años) después de pasar a la historia como uno de los grandes empresarios del automóvil en Estados Unidos. Acopió en vida 161 patentes y fundó el impero ‘Ford Motor Company’ por medio mundo. Según sus más estrechos colaboradores, este hombre que nació en una familia de granjeros, creía en otra vida para él. La base de sus sueños logrados se fundamentaba en conseguir educar a su pensamiento en la selección concreta de sus propios ideales en vida, repetirlos en su cabeza y ofrecer a cambio gestos diarios en su honor. En resumen y ésta es mi aportación: dar lo correcto para recibir lo elegido.
margaritas de vida rotulo
Ahora mismo eres la persona que pensaste hace una década. Sí, lo eres, aunque no te guste lo que ves (o sí) y pienses que no lo has elegido. Sí lo has elegido, lo creas o no. Pueden existir algunos matices pero fundamentalmente eres esa persona. Inconscientemente has seguido el camino en el que creías, tanto si representaba una derrota temida (sentimiento) como si se ha convertido en la victoria (también sentir). Sea cual sea tu realidad, lo cierto es que pasa en su mayor parte lo que pensabas y concebías por aquel entonces. Me refiero a lo que realmente tenía peso en tu personalidad, en tu forma de ser, creer, actuar y no en los sueños que tenías y que considerabas más veces inalcanzables que accesibles, si es que no estás conforme o sufres insatisfacción con el resultado.
Tanto si te gusta como si no es de tu agrado la realidad que vives, ahora estás en disposición de cambiar el rumbo de la próxima década. Sólo hay que hacer algo muy fácil, una de esas acciones difíciles en la vida: saber lo que quieres. Si lo consigues, los asesores de Henry Ford te aconsejarían que lo dejaras clavado en tu mente. Recuerda sus palabras: “tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, en ambos casos estás en lo cierto”. ¿Ves? Sólo importa creer en uno u otro sentido para construir tu próxima década.
Felices días a tod@s
la piramide de tu mundo rotulo**¿Estás decidido a llegar a la cima de ti mismo? Aquí encontrarás palabras que te ayuden en esa escalada hacia tu mejor versión: De víctima a héroeLa imperceptible ‘Espiral del Silencio’Empieza por lo que no quieresTu co-razónEl “empuje” mágico ‘La ciencia duda. La ignorancia se decanta’ A lo que te resistes, persistePídete a ti primero


El truco de los diez años es un malabarismo en el tiempo sin truco alguno que te enseña a practicar Miguel Ángel Blanco Martínez,

17/11/13

Los postergadores



En mayor o menor medida, todos tenemos que hacer tareas que nos resultan desagradables que son importantes y sabemos que tenemos que hacerlas tanto si nos gusta como si no. Muchas personas prefieren dejarlo para el día siguiente o para más tarde o para "cuando esté de humor". 

Cuando esto sucede de forma habitual puede dar lugar a problemas en el trabajo o en los estudios. Algunos universitarios, por ejemplo, pueden acabar dejando la carrera debido a que parecen no encontrar nunca el momento apropiado para ponerse a estudiar. Y no realizar el trabajo a tiempo puede suponer problemas con los superiores e incluso arriesgarse a ser despedido. 

A veces se trata de un estilo de vida

Muchas veces, esta tendencia a postergar ciertas cosas puede considerarse una manera más general de encarar la vida; una forma de ser que no se limita únicamente a tareas concretas y específicas que retrasamos hasta el último minuto, sino que puede presentarse también de forma más solapada, como seguir durante años en el mismo trabajo aunque no nos guste, no emprender actividades nuevas que nos gustaría hacer, ponerse "enfermo" cuando hay que hacer un trabajo desagradable, evitar las confrontaciones o la toma de decisiones, culpar a otros o a la situación ("es aburrido") para evitar hacer algo, tener grandes ideas y hacer muchos planes pero no llevarlos nunca a cabo, estar tan ocupados divirtiéndonos que no tenemos tiempo para hacer el trabajo importante o pensar que antes tienes que hacer tal o cual cosa, dándose la extraña coincidencia de que siempre surge algo que te impide realizar la tarea en cuestión mientras te dices a ti mismo, sorprendido, que hay que ver lo liado que estás que no encuentras el momento para hacerlo.

El proceso: de la postergación a la ansiedad

Lo que principalmente busca esta persona al posponer una tarea es sentirse mejor al evitar (al menos momentáneamente) hacer algo que no le gusta o no le apetece. Pero, paradójicamente, a menudo ocurre todo lo contrario. El proceso sería más o menos el siguiente: empiezas diciéndote que lo harás mañana, cuando no estés tan ocupado. Pero al día siguiente vuelves a decirte lo mismo y lo vas retrasando cada vez más. Conforme pasa el tiempo empiezas a ser crítico contigo mismo o a buscar excusas ("no sé cómo puedo ser tan vago", "tenía que estar con mis amigos o pensarán que no me intereso por ellos", etc.). Lo sigues retrasando hasta que no hay más tiempo y entonces no tienes más remedio que hacerlo a toda prisa y de cualquier manera o es posible que ya ni siquiera tengas tiempo. Te enfadas contigo mismo, te dices que eres un estúpido y te prometes que no va a volver a suceder, o bien piensas que en realidad no tenía tanta importancia. Después haces exactamente lo mismo con la siguiente tarea y el proceso se repite una y otra vez.

¿Por qué algunas personas se comportan como si fueran adictos jugando a "quiero sentirme culpable y desgraciado por no hacer lo que tengo que hacer"? Para entender esto, así como para cambiar nuestro comportamiento, conviene comenzar por indagar un poco en nosotros mismos y tratar de descubrir qué es lo que está pasando y cuáles son los motivos por los que nos comportamos así. Para empezar, veamos los distintos grupos en los que pueden clasificarse estas personas.

El grupo relajado

1. La vida es bella

Estas personas tratan de sacar de su mente y olvidar los sentimientos que les produce la tarea que tienen pendiente y centran toda su atención en cosas más agradables, como salir de copas con sus amigos, ver la tele, etc. Se trata de personas con una baja tolerancia a la frustración que buscan el placer constantemente y no quieren hacer nada que les resulte desagradable. Se centran en pasarlo bien y ser felices en todo momento.

2. Primero el placer

Suelen estar preocupadas por satisfacer sus necesidades emocionales, como conseguir amor, amistad, felicidad, etc. y dichas necesidades revolotean continuamente por su cabeza dificultando el trabajo o el estudio, que queda en un segundo plano. Muchos soñadores que jamás llegan a hacer realidad sus sueños porque detestan entrar en detalles entrarían en esta categoría: es bonito construir castillos en el aire pero no lo es tanto ponerse a trabajar para hacer uno de verdad.

3. No vale la pena

Para estos "postergadores felices" la meta final (obtener una licenciatura, por ejemplo) no vale la pena el esfuerzo, sobre todo cuando ven todo el trabajo que tienen por delante como algo desagradable, odioso y aburrido. Aun así, se trata de algo que quieren hacer. Quieren terminar sus estudios, licenciarse y empezar a ganar dinero trabajando. En este caso, está claro que estas personas tienen un problema que solucionar.

4. No me gusta trabajar

Suelen decirse a sí mismos cosas como: "tengo que tener ganas de estudiar antes de empezar", "no puedo soportar aburrirme", "si no me gusta hacer algo no tengo por qué hacerlo", "este trabajo es absolutamente odioso y es imposible encontrar algo agradable en él", "el profesor de matemáticas es odioso y las matemáticas son odiosas y odio las cosas que son odiosas" y, por supuesto, la más famosa de todas: "no me gusta trabajar".

El grupo ansioso

Se trata de aquella persona que arrastra un gran estrés y ansiedad relacionados con su trabajo. Posterga las cosas pero se siente culpable, no es capaz de "desconectar" y divertirse y hay un vocecilla constante en su cabeza que le recuerda todo lo que tiene que hacer, le regaña, le atosiga y le grita que es un inepto o un estúpido que no vale para nada. A veces pueden tener todo hecho a tiempo, debido a que el sentimiento de culpa o deber es más poderoso, pero tienen que luchar constantemente contra sus deseos de abandonarlo todo, están siempre estresados y el sentimiento de culpa es casi una constante en sus vidas, ya que aparece cuando tratan de relajarse y escapar de esos sentimientos desagradables o evitar la tarea.


Fuente: http://cepvi.com