Les propongo que a partir de hoy comencemos todos a hablar en positivo, un pequeño gran cambio en nuestra vida cotidiana. No hablo de ser positivos sino simplemente cambiar nuestro lenguaje, la manera como nos expresamos en la forma, no en el fondo. Por ejemplo: En lugar de decir: “No tengo tiempo” puedes decir “veré como me arreglo con el tiempo que tengo” . En lugar de decir: “Necesito X cosa” puedes decir “¿qué posibilidades tengo de conseguir X cosa?” En lugar de decir: “No me siento bien, parece que me voy a enfermar” puedes decir “Trataré de sentirme mucho mejor que ahora” En lugar de decir: “No es mi intención polemizar pero…” puedes decir “Voy a dar mi franca opinión” En lugar de decir “Está bien lo que me propones pero…” puedes decir “Está bien lo que me propones, además yo añadiría…” En lugar de decir “Odio el frío” puedes decir “lo que me gusta es el calorcito” Estos pequeños cambios en nuestra manera de expresarnos suman poco a poco puntos que redundan en un mejor estado de ánimo y una mejor relación tanto con los demás como con nosotros mismos. Somos un todo, una unidad, la separación es una ilusión; podemos obrar cambios grandes en nosotros mismos y en los demás, comenzando por cambiar nosotros. No hay otra manera de cambiar el mundo. Los quiero.