5 consideraciones importantes para emprender
¿Quieres fundar tu propia empresa? ¿Estás listo para enfrentar el reto? Para averiguarlo, aquí están 5 puntos que te dirán si estás listo para la aventura de emprender.
Antes de iniciar cualquier aventura emprendedora es necesario que nos sentemos y analicemos muy detenidamente si vamos a poder con esa misión. Dedicarse a un negocio no es tan fácil como parece, sin embargo, tiene muchas satisfacciones.
Debemos detenernos a pensar un poco y hacer un análisis de nuestra personalidad para saber si podremos enfrentar este reto. Tenemos que hacernos muchas preguntas y responderlas con la mayor honestidad. Después de todo nadie escuchará nuestras respuestas y serán una importante herramienta para saber si estamos listos o no para iniciar un negocio propio.
Aquí les comparto cinco puntos a considerar para saber si somos capaces de soportar una aventura emprendedora.
Primero: Preguntémonos si deseamos un negocio sólo para tener ingresos extras o definitivamente estamos pensando en sentar las bases de una futura empresa. Esto permitirá determinar, entre otras cosas, el grado de riesgo que queremos tomar al hacer una inversión y el tiempo que le vamos a dedicar. Aun cuando estemos en situación de desempleo, es importante determinar si es una actividad temporal o si nos vamos a empeñar en formar una empresa.
Segundo: Analicemos detenidamente si estamos en posibilidad de invertir sin poner en riesgo el bienestar de la familia. Recordemos que una empresa requiere constantemente inversiones y siempre son riesgosas. Si contamos con una familia que depende de nosotros, debemos ser cautelosos con el destino de nuestros recursos. Cabe preguntarnos qué tan valientes somos para invertir. El temor a invertir es uno de los principales motivos para que las personas no consoliden sus sueños. La mayoría prefiere ir a la segura antes de aventurarse a gastar sus ahorros.
Tercero: Hay que tomar en cuenta que en muchas ocasiones emprender un negocio significa dedicarnos a otra cosa completamente diferente a nuestra profesión u oficio. Debemos estar preparados para cambios bruscos. Aquellas personas que tengan resistencia al cambio, muy difícilmente lograrán adaptarse a un negocio propio y tendrán una muy alta probabilidad de abandonar su objetivo rápidamente. Por supuesto, tendrán más posibilidades de llegar a buen puerto aquellos que su personalidad responda fácilmente a los cambios.
Cuarto: Debemos pensar también en que al volvernos emprendedores nos transformamos automáticamente en vendedores. Recordemos que cualquier empresa, del tipo que sea, tiene que vender para subsistir. Todo mundo sabe que si un negocio no vende no tiene futuro. Si no somos capaces de vender, lo más probable es que tampoco seamos capaces de consolidar nuestro proyecto empresarial. ¿Estamos dispuestos a ser el principal vendedor de nuestro negocio?
Quinto: Hay un pensamiento generalizado sobre una supuesta libertad de horario cuando eres tu propio jefe. No hay que confundirse con este punto. La mayoría de los emprendedores piensan que al momento de abrir su negocio serán capaces de tener todo el tiempo libre que se les antoje. Lamento decirles que no es así, al menos durante la etapa de consolidación. Es aquí donde más tiempo nos va a reclamar nuestro proyecto. Debemos estar conscientes que tal vez dedicaremos menos tiempo a nuestra familia, a nuestras aficiones, a la televisión, etc. Incluso, tendremos que sacrificar nuestros descansos y días festivos. ¿Seremos capaces de abandonar temporal o definitivamente las cosas que nos gusta hacer con el único objetivo de consolidar nuestro negocio?
Recordemos que todas las decisiones que tomemos al emprender un negocio tendrán consecuencias en todos los ámbitos de nuestras vidas: familia, pareja, economía, vida profesional, etc. Un análisis profundo de lo que pretendemos, siempre hará que la tarea de emprender sea más fácil.
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