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22/6/14

Cuando te veas del lado de la mayoría, párate a reflexionar

Cuando te veas del lado de la mayoría, párate a reflexionar

En la película Ahora o nunca —en inglés The Bucket List (2007)—, el personaje de Edward Cole (Jack Nicholson), dice en un momento dado:

 Si algo me ha enseñado la vida es que siempre el 95% de la gente está equivocada

En esta vida casi todo se distribuye al 95%—5%. Es la Ley de Pareto (el 80% de la producción la causan el 20% de los insumos) pero acentuada aún más.

Éxito es sinónimo de diferenciación: Si ves lo que todo el mundo ve, si haces lo que todo el mundo hace, si ofreces lo que todo el mundo ofrece... no tienes una ventaja competitiva y no te diferencias. Para tener éxito hay que saber algo que los demás no saben, en cualquier parcela o área de la vida. Si no, te conviertes en uno más y nadie va a pagar mucho por uno más. 

Ya decía Mark Twain: «Cuando te veas del lado de la mayoría, párate a reflexionar. En las multitudes, lo que se acumula no es el sentido común sino la estupidez». Una máxima latina señala: Ubi multitudo, ubi malum. (Donde está la multitud está el mal).

Evidentemente, estar en la mayoría tiene una ventaja: comodidad; porque estar en la mayoría es conseguir la aceptación social. Es dejarte llevar, funcionar en modo inercia, seguir la corriente, y eso libera de energía y tensiones propias de quien no sigue el camino de la masa. La mayoría de la gente no está dispuesta a estar incómoda y estar cómoda en su mayor prioridad. Ya hablamos de ello en El problema nunca es el tamaño del problema, donde apuntábamos que ZC (Zona de Comodidad) = ZR (Zona de Riqueza).

Para tener éxito tienes que pensar de forma diferente. Para tener éxito —en cualquier parcela: dinero, relaciones, empresa por ejemplo— lo primero de todo es cambiar la forma de pensar. Y tu forma de pensar no es otra cosa que tus Paradigmas, o sea, tus Creencias, archivos grabados en tu inconsciente que determinan lo que piensas y crees. Y muchos de ellos son producto de lo que inyecta el Sistema porque le interesa dirigir a la gente —la masa— de una determinada manera para beneficiarse quienes manejan los hilos de ese Sistema (ver post 10 rasgos indicativos de que estás atrapado por el Sistema).

Hace algún tiempo escribí para la Newsletter de la empresa Terra Consultoría de Incentivos (@terraviajes) para la que dirigí un proyecto sobre el futuro del sector eventos, un artículo titulado: Aprende a NO escuchar. Allí dejábamos la siguiente historia:

«Érase una vez una carrera de ranas. El objetivo era alcanzar lo más alto de una gran torre. En el lugar había una gran multitud de espectadores que habían acudido para apoyarlas y animarlas. Preparados, listos, ya. Comienza la competición. Pronto, los asistentes, ante las dificultades de las ranas para avanzar hacia la cima de aquella torre, murmuraban:

– ¡Qué pena! ¡No lo van a conseguir! ¡No van a poder! 

Algunas de las ranas, al escuchar las voces, comenzaron a desistir. Pero había una que persistía y continuaba la subida sin inmutarse. A medida que avanzaba la carrera, la multitud continuaba gritando:

– ¡Qué pena! ¡No lo van a conseguir! ¡No van a poder!

Poco a poco, las ranas iban abandonando una a una, menos aquella que continuaba a su ritmo sin poner mucho interés a los comentarios. Ya al final dela carrera, todas las ranas habían cejado en su empeño excepto la que se había mantenido firme en su propósito desde el principio. La curiosidad se apoderó de todos los presentes. Querían saber cómo había sido posible aquella hazaña. Y cuándo fueron a preguntarle acerca de sus habilidades para alcanzar tal proeza, fue cuándo descubrieron que ¡era sorda!».

Si la gente que marca diferencias es poca, un 5%, y una persona quiere estar en ese 5%, la pregunta es: ¿Qué puedo hacer para conseguirlo?

Aprender de ese 5%, o sea, Aprendiendo de los mejores; observando a quienes tienen resultados —hay que aprender a escuchar con los ojos, no con los oídos— y descifrando qué han hecho o qué patrones de comportamientos han seguido. Muchos de ellos han dejado su legado y enseñanzas por escrito en todas las áreas.

Evidentemente también tiene un coste, el de invertir tiempo en descubrir qué ha hecho ese 5% para conseguir lo que ha conseguido. Además, esos patrones son pautas conceptuales muy importantes, pero luego hay que ejecutar. Por eso hablamos en su día de Las 3 E del Éxito. Dicho de otra manera, el éxito nunca está en saber sino en hacer. Esas pautas te dicen qué hacer pero no son el camino. El camino tiene que andarlo uno por sí mismo y no hay dos caminos iguales. Y ya se sabe, la secuencia del éxito es siempre la misma:


Estudia → Aprende → Practica → Equivócate → Corrige → Vuelta a empezar = ÉXITO

Los 10 hábitos de Robin S. Sharma

Los 10 hábitos de Robin S. Sharma

En el post Date charlas mentales inspiradoras, hablaba al final del post de uno de los hábitos de Robin S. Sharma (@_robin_sharma) que cuenta en su libro Éxito: una guía extraordinaria y que como ya dije merece la pena leer.

En el post Personas gaseosa expliqué que mi filosofía del Desarrollo Personal responde al siguiente esquema:

Éxito = Hábitos
Hábitos = Repetición
Repetición = Disciplina

Las personas de éxito son aquellas que tienen hábitos de éxito. Al final, la pregunta es siempre la misma: ¿Por qué unas personas alcanzan las metas que se proponen y otras se quedan a medio camino? La respuesta es clara: porque ellas hacen cosas que otros no saben que hay que hacer (desconocimiento), o porque sabiéndolas no las hacen (pereza).

De ahí nace el libro Aprendiendo de los mejores (Alienta, 2013, 4ª edición), de observar qué hacen las personas que consiguen resultados en aquellas parcelas (Emprendimiento, Management, Libertad Financiera, etc) que a nosotros también nos gustaría alcanzar. El éxito deja huella y pistas, y como dice Brian Tracy (@briantracy): «Si haces lo que otras personas de éxito han hecho, tendrás los mismos resultados que ellos hayan conseguido».

La ecuación es siempre la misma: Saber lo que hay que hacer (Aprendizaje y Concocimiento) + Hacerlo(Práctica y Disciplina). La capacidad de aprender es el activo más valioso de una persona. Tú siempre puedes cambiar y tú siempre puedes mejorar porque tú siempre puedes aprender. Y segundo, el éxito no está en saber sino en hacer. Por eso hay que pasar a la acción, a la práctica hasta dominar lo que se quiere. La repetición es la madre de la destreza; la genialidad no es otra cosa que la práctica diaria. ¿Te acuerdas de la teoría de las 10.000 horas? El esquema es el siguiente:


Estudia → Aprende → Practica → Equivócate → Corrige → Vuelta a empezar

Robin S. Sharma (@_robin_sharma) es uno de los más de 50 personajes que aparece en Aprendiendo de los mejores, así que merece la pena detenerse en cuáles son esos 10 hábitos que tiene y que para él son importantes. Aquí van:

1. Me levanto todos los días a las 5 a.m. cinco días a la semana, y los fines de semana hago una siesta.

2. Dedico 60 minutos (mi hora sagrada) una vez levantado a mi autodesarrollo y reflexión (lo que podría ser lagolden hour de la que hablamos en 7 hábitos para el éxito).

3. Hago 5 sesiones de gimnasia a la semana (ya hablamos que La mente influye en el bienestar y el bienestar físico en la mente).

4. Me hago un masaje de 60 minutos cada 7 días.

5. Sigo una dieta, pero me permito 1-2 postres a la semana.

6. Dedico casi todos los días un tiempo a llevar un diario, porque un diario estimula el conocimiento de uno mismo. También utilizo mi diario para anotar los objetivos del día, planificar y anotar aquellas cosas por las que estoy agradecido (algunos lo llaman Diario de Gratitud y es muy útil: ver El poder de la gratitud), captar y elaborar nuevas ideas con las lecciones aprendidas.

7. Dedico todos los días un tiempo a leer de todo un poco, desde la Harvard Business Review, el Travel and Leisure o buenos libros (ver post Tan sólo una hora al día).

8. A lo largo del día (particularmente en la ducha) hago declaraciones para mí mismo, lo que yo llamo ‘declaraciones de éxito’ que me permiten mantener mis pensamientos centrados en lo que es importante. Los pensamientos son los antecedentes de los actos, porque una forma correcta de pensar conduce a una forma correcta de actuar (ver post Date charlas mentales inspiradoras).

9. Dedico una sesión a la semana a planificar. También la aprovecho para revisar mis objetivos. Normalmente lo hago los domingos por la manaña (ver el post ¿Tienes clara esta pregunta?).

10. Al menos una vez por semana tengo una conversación con una persona interesante. Una conversación puede cambiarte la vida. En un número del Business Week, el experto Jim Collins confesaba que una idea que un mentor suyo comento con él durante 30 segundos lo transformó.

* Ya está en marcha la 4ª edición de Aprendiendo de los mejores (Alienta, 2013). Si todavía no conoces la web puedes echar un vistazo en: http://www.aprendiendodelosmejores.es. Encontrarás entrevistas, reseñas, reportajes y más de 40 testimonios sobre el libro de conocidos directivos, empresarios, consultores, coaches y deportistas, además de algunas otras novedades.
* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem) puedes ver una Entrevista a J.M.Muriel, autor de El gestor eficaz; y también una Entrevista a Miguel Ángel Robles, autor de I love my pyme.

El líder que no tenía cargo